Me llega al fondo del corazón los casos en que muere gente esperando por su oportunidad de vivir, su esperanza de que alguien sea solidario y pueda salvar su vida.
Que jebi debe ser estar en esos zapatos y en los de la familia, sentir que la vida pende de un hilo el cual puede ser sostenido por la muerte de otra persona, muerte y vida unidas.
Si bien soy re tolerante con las opiniones de los otros y de verdad acepto que haya gente que no desea ser donante, no entiendo como la familia es la que muchas veces termina tomando decisiones ya tomadas por el difunto, impidiendo que posiblemente se pueda salvar otra persona, otra vida! ,otras esperanzas, otro futuro!.
Siento que la gente se apega demasiado a lo material, una persona va mas allá de su cuerpo, su alma es lo importante, sus recuerdos no persisten enterrando un cuerpo, sino quedan en la mente de todos los que lo conocieron y quisieron. Es así como para mi, una persona sigue viviendo después de haber tenido su oportunidad de vida.
Por otro lado, tal vez sea doloroso perder a un ser querido y quizá para muchos peor que después de muerto le saquen sus órganos, pero para que ser tan egoístas y desperdiciar los sueños de otros, hay que amar la vida… aunque no sea la nuestra.
Ojala mi familia acepte mi decisión, que podría ser mejor que salvar la vida de otro.
